El aborto en la religión

Desde hace muchos años los derechos humanos de las mujeres han tenido como contrincante a la Iglesia católica, declarándose así en contra de las mujeres en decidir si continúan o no un proceso de gestación, el Vaticano sostiene que hay que penalizar el aborto, puesto que así se salvaría a almas inocentes. Según el dogma religiosa la mujer y el hombre no son los que originan la vida, sino que son depositarios por la voluntad divina y el cuerpo de la mujer es considerado como un medio de instrumentos para dar vida a un nuevo ser.

Los obispos consideran que Dios insufla el alma al ovulo desde el primer momento de la fecundación, volviéndolo equiparable como un ser humano recién nacido, es por eso que la iglesia católica prohíbe los anticonceptivos y el aborto. Alrededor de esta disputa se confronta la postura de la fe con el criterio científico.

¿Por qué la lucha de la iglesia católica se centró especialmente en América Latina?

Esto se debe porque en América Latina el catolicísimo tiene mayor cantidad de personas creyentes, aunque en varios países de la región existen nuevas iniciativas de feministas, la despenalización del aborto todavía no es una realidad extendida. En algunos países Latinoamericanos la interrupción del embarazo es legal en Cuba, Puerto Rico, Guyana y La Ciudad de México; en el resto de los países solo es legal cuando es producto de una violación o cuando la vida de la madre corre peligro, aunque cinco países lo tienen prohibido así sea por esas causas: Chile, Nicaragua, El Salvador, Honduras y República Dominicana.

El feminismo se ha cansado de decir que el aborto debe ser un problema social mas no religioso, ya que las mujeres con altos recursos económicos tienen más posibilidades de tener un aborto seguro, sin arriesgar su vida y salud a diferencias de las mujeres que no cuentan con estos recursos, no obstante, por la gravedad de la situación, la decisión de despenalizar el aborto sigue obstruida o negada porque la Iglesia católica frena a el gobierno.